Desde Latinoamérica a Asís: La conferencia de terapia familiar de Asís, Italia (2023)
Por Alejandro Astorga y Alicia Cruzat
¿Qué pasó en Asís?
La presencia de 1.000 asistentes en el encuentro de Asís nos comunica algo. ¿Por qué hay un interés de esa magnitud por un congreso de terapia familiar? En nuestra experiencia profesional los encuentros en torno a la salud mental y la terapia son costosos y difíciles de realizar. Más aun en modalidad presencial. En los tiempos actuales los profesionales prefieren escuchar a distancia posibles buenas ideas para su quehacer sin involucrarse demasiado. Las plataformas online (zoom, meet, teams, etc.) son perfectas herramientas para mirar una vitrina o escaparate de nuevos productos e ideas para la salud mental, anónimamente y desde afuera. La Conferencia de Asís nos obligó a encontrarnos, mirarnos, escucharnos, comer juntos y, para muchos, viajar miles de kilómetros para encontrarse con estas ideas y los colegas que las promueven. Realmente curioso.
La conferencia de Asís además ocurre en un momento cultural en que pareciera resurgir un interés por la psicopatología, los diagnósticos del desarrollo y los fundamentos “científicos” de cómo hay alteraciones cerebrales que explicarían el malestar y la conducta problemática en niños y niñas y adultos. Por ejemplo, en Chile llevamos varias décadas apreciando como la venta de medicamentos de salud mental ha tenido un incremento exponencial y como los psiquiatras infantiles ya no dan abasto para atender las innumerables solicitudes para administrar fármacos a niños, niñas y jóvenes que muestran desajustes conductuales o malestares subjetivos. En el espacio de la política pública, cada vez es más frecuente la solicitud de hospitalización de niños y niñas con problemas de salud mental o conductas desajustadas que son sacados de sus familias.
¿Qué hizo a cientos de colegas hacer el esfuerzo de ir a Asís?
Avizoramos algunas ideas que pudieran explicar el peregrinaje de cientos de terapeutas a Asís para asistir a un intenso encuentro de tres días.
Una experiencia multicultural y multiterapéutica
Ya en el hotel se percibía el desafío del encuentro. Muchas lenguas, muchas culturas, diversos atuendos. Muchos de los terapeutas asistentes no eran terapeutas familiares: había sexólogos, terapeutas individuales, psicoanalistas, terapeutas corporales...de alguna manera toda esta diversidad se sintió convocada en Asís
¿Qué permitía las miles de sonrisas, abrazos y conversaciones en tamaña diversidad? Las palabras inaugurales de Maurizio nos aproximan a una posible respuesta: el ponernos en conexión, el valorar las diferencias y ponerlas al servicio del mutuo aprendizaje, el hacer comunidad y en conjunto dar valor a los recursos que surgen de ella.
Ayer y hoy en la Terapia Familiar
¿De qué han tratado estos 70 años de la terapia familiar? ¿En qué momento estamos? Lo primero es volver al origen: La terapia familiar surgió como un método a partir de un modo de pensar alternativo y desafiante respecto de cómo comprender los problemas y los procesos humanos. Un modo de pensar que cuestionó la primacía de modelos individuales y psicopatológicos que imperaban en el área de la salud mental en los años 50 del siglo pasado. La terapia familia nació para desafiar esas miradas individuales. Nació en el trabajo con grandes problemas como es la esquizofrenia. Hoy sin embargo la terapia familiar pareciera ser entendida como un acompañante, no el proceso central de cambio terapéutico.
Bowen cuando resumía los primeros 30 años del desarrollo de la terapia familiar señaló que muchos llegaron a pensar equivocadamente que la terapia familiar no era más que juntar a una familia en una sala y pedirles que se comuniquen y compartan sus emociones. Hoy sabemos que la terapia familiar involucra un cambio profundo en la manera de pensar los procesos de salud y enfermedad en los seres humanos. Ese cambio en la manera de pensar involucra que la unidad de intervención ya no es la persona, es el sistema familiar, es la comunidad.
Muchos de los pioneros entendieron muy bien que la terapia era un movimiento. Una manera de pensar que debía ser divulgada, que debía ser entendida como un permanente y continuo movimiento contracultural.
Las presentaciones de Maurizio
La voz de los niños en terapia familiar. Desde muy temprano en su ejercicio profesional Maurizio nos desafió a entender el lenguaje de aquel que se comunica desde su psicosis, de aquel que es sindicado como el problemático, el loco, el excluido. Su voz no era sólo la propia, era también la voz de todo su sistema familiar multigeneracional. Era por tanto inevitable que Maurizio se convirtiera con los años en un experto en escuchar y dar la voz a aquellos que no son escuchados, a aquellos que son llevados a la terapia en busca de un diagnóstico: un experto en el lenguaje de la locura, un experto en el lenguaje de niñas y niños, un experto en el lenguaje multigeneracional de la familia. Maurizio nos ha enseñado que niños y niñas se comunican a través de sus cuerpos y sus síntomas, y que nos invitan, en la medida que los tratemos con respeto, a entrar en el mundo y la historia de sus familias.
Maurizio nos habló en Asís de las experiencias multiculturales en terapia. De su viaje alrededor del mundo llevando la terapia familiar a todos los lugares posibles . Nos habló también que el lenguaje universal que le ha permitido comunicarse con la voz y el cuerpo es el lenguaje de los procesos emocionales de las familias. Las familias son unidades emocionales, y el niño es parte de ese proceso emocional.
Nos habló de que la familia es la mejor medicina. Nos habló del respeto, la tolerancia y la humildad necesaria al trabajar con los niños y niñas y sus familias.
Cor Vreugdenhil
La terapia familiar es una experiencia. Esto lo sabe Cor. Un día antes de su presentación nos comentó que le haría algunos cambios, y que partiría con una canción del grupo musical Abba. Naturalmente en ese momento pensamos que no le entendimos bien. ¿Quién hubiera anticipado que en su presentación enviaría juguetes a la audiencia, cantaríamos, nos reiríamos, y hasta algunos bailarían? ¿Cómo es posible unir en una presentación a Abba, la terapia familiar en Holanda, el círculo de Rotterdam, su perro, Johan Cruyff y Bob Dylan? Bueno, es posible. Cor lo hizo. Demostró que la terapia familiar es una experiencia de conexión multidimensional donde la razón y el arte; el cuerpo y la palabra, lo cotidiano y lo sublime pueden y deben enlazarse.
Vincenzo di Nicola
La terapia familiar debe estar en contacto con el pensamiento humano y su historia. Las grandes preguntas del ser humano siguen vigentes y están a la base del dolor y el padecimiento emocional. El pensamiento relacional no está contenido solo en los pioneros de la terapia familiar. Debemos exigirnos mirar cómo pensamos y qué coherencia mostramos con lo que hacemos y las hipótesis que nos surgen al observar a otros y a nosotros mismos. ¿Hasta dónde nos alcanza nuestro pensamiento relacional? ¿Podemos mantenernos pensando relacionalmente cuando tratamos de entender la resiliencia, el trauma, el daño psíquico?
El sufrimiento es relacional; la salud es relacional, la intervención debe ser relacional.
Olga Falceto y Ovidio Waldemar
La terapia familiar es también una postura política y ética. No es posible sostener con coherencia un pensamiento relacional desde las “pautas que conectan” si desatendemos cualquiera de las escalas ecológicas en las que participamos. No solo estamos en reciprocidad con nuestra familia, en las escuelas, en la comunidad. Lo estamos también con nuestro entorno y con nuestro planeta.
La falta de pensamiento relacional en nuestra cultura nos ha llevado en pocos siglos a poner en riesgo nuestra propia sostenibilidad en la Tierra.
Un terapeuta familiar (y no nos referimos a quien trabaja citando a toda la familia para hablar sobre cómo sobrellevar la patología de uno de sus miembros) inspirado en sus premisas y convicción epistemológica, da valor ético y muestra compromiso cívico por aquellas injusticias políticas, falta de reciprocidad y ceguera en el manejo del entorno y nosotros mismos como humanidad.
Juan Rodríguez y el trabajo con autismo
La terapia familiar debe movilizar los recursos comunitarios y sociales. Juan desde España lleva años trabajando con familias donde uno de sus hijos o hijas presenta trastorno del espectro autista. Ha incorporado en su método todos aquellos descubrimientos neurobiológicos y teorías que permiten comprender la voz y el comportamiento de dichos niños. Juan convoca a la familia extensa, al barrio, a la escuela, al entorno social de la familia con un hijo autista a participar y movilizar sus recursos desde un enfoque psicoeducativo.
Al observar su trabajo no podemos dejar de recordar a los pioneros de la terapia familiar que convocaban a decenas de personas (familiares, amigos, vecinos, etc.) en sesiones ampliadas para activar los recursos comunitarios que permitieran instalar procesos de salud en personas con sintomatología física, psíquica o social. La comunidad sana.
El regreso: en la maleta no cabe nada mas
Un amigo norteamericano, nos enseñó que siempre el mayor desafío de todo viaje es el regreso. El cómo regresamos a nuestra vida y trabajo cotidiano luego de experiencias de aprendizaje tan intensas. La humildad es una palabra clave para ese regreso.
Maurizio nos hizo sentir identificados con sus palabras iniciales en Assisi: “somos un grupo de terapeutas que creemos en el trabajo familiar y comunitario, y que se sienten a veces incomprendidos o aislados en su lugar de trabajo”. Sin embargo, y al mismo tiempo la experiencia de Asís nos ha hecho valorar y reconocer lo que hemos logrado con los años, y que pareciera decirnos que vamos en el camino correcto, que los años de este recorrido han valido la pena: la terapia familiar está viva.
¿Qué hizo a cientos de colegas hacer el esfuerzo de ir a Asís?: La nueva Basílica y la iglesia histórica
A la salida del hotel donde se desarrolló la conferencia se encontraba la Basílica de Santa María de los Ángeles (Basílica de Santa Maria degli Angeli) construida en el Siglo XVI. La escultura dorada que corona la Basílica es posible de ser vista desde las zonas más altas de Umbría por su gran brillo. No hay cómo perderse si uno desea peregrinar hacia ella.
En su interior se encuentra un tesoro inesperado: una pequeña iglesia del siglo IX, llamada “la Porciúncula”. Rústica y de piedra firme. En ella no caben más de 10 personas. ¿Cómo es posible construir una catedral cobijando una pequeña capilla en su interior? Pertenencia e historia lo explican: La pequeña iglesia se ha mantenido inalterada por siglos por ser el lugar más sagrado para los franciscanos. Fue al allí donde el joven Francisco de Asís encontró su vocación y renunció al mundo para vivir en la pobreza y entre los pobres, comenzando el llamado “movimiento franciscano”.
Una gran y bella historia que enmarca el encuentro de Asís: los pioneros construyeron un lugar especial con ideas y premisas sólidas y brillantes. Lo suficientemente doradas para no perderse en el camino. Tenemos el desafío de cobijar esas ideas y seguir construyendo. Construir espacios e ideas amplias y generosas, que convoquen a conectar, reflexionar y con valentía continuar el movimiento de la terapia familiar.
El desafío es el futuro sin duda, pero es también es el presente. El sufrimiento actual, la incomprensión que viven las familias hoy, la falta de acceso a intervención familiar oportuna. Nuestra primaria responsabilidad es con los niños de nuestro país (Chile), con la terapia familiar en Latinoamérica. Quizás a partir de ello, podremos en el futuro, en otros lugares, en otros momentos, seguir compartiendo experiencias y aprendizajes, ojalá tan hermosos como los de Asís.
La conferencia de Asís nos invita a seguir ampliando la Nueva Basílica de la Terapia Familiar. El Manifiesto de Asís es el mapa que nos ayudará a mantenernos en camino.
LOS AUTORES
Alejandro Astorga, Psicólogo, Universidad de Chile. Terapeuta familiar. Formación en la Accademia di Psicoterapia della Famiglia (Roma, Italia). Director del Centro de Intervención Multigeneracional (CIM) Santiago de Chile.
E-mail: alejandro@multigeneracional.cl
Alicia Cruzat, Psicóloga, Universidad de Chile. Terapeuta familiar. Formación en la Accademia di Psicoterapia della Famiglia (Roma, Italia). Directora del Centro de Intervención Multigeneracional (CIM) Santiago de Chile.
E-mail: alicia@multigeneracional.cl